"¿Qué comenta la Biblia sobre el aborto involuntario
o espontáneo?"
A través de los conocimientos medicos, la ciencia nos
explica que los abortos espontáneos son causados generalmente por los patrones
de cromosoma anormal en el feto. Cuando se detectan estas anomalías, el
crecimiento se detiene y el aborto espontáneo es el resultado. En otros casos,
los abortos espontáneos son causados por malformaciones uterinas, anormalidades
hormonales, problemas con el sistema inmunológico, infecciones crónicas y
enfermedades. Tras miles de años de pecado, muerte y destrucción personal, no
debe extrañarnos que estos trastornos genéticos eventualmente se convirtieran
en comunes.
A pesar de que la Biblia no comenta expresamente sobre
los abortos espontáneos. Podemos estar seguros, sin embargo, que Dios tiene
compasión de aquellos que han sufrido a través de ellos. Él llora y sufre con
nosotros, simplemente porque nos ama y siente nuestro dolor. Jesucristo, el
Hijo de Dios, prometió enviar Su Espíritu a todos los creyentes de modo que
nunca tengamos que pasar por pruebas solos (Juan 14:16). Jesús dijo en Mateo
28:20, “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo."
Probablemente la pregunta más común que hace la gente
después de un aborto espontáneo es "¿Por qué sucedió esto?" o "¿Por qué Dios me hizo esto?"
No hay respuestas fáciles a estas preguntas. De hecho, no hay ninguna
conclusión satisfactoria a la que podamos alcanzar del por qué suceden cosas
malas a la gente, especialmente a los niños inocentes que aún no han comenzado
a vivir. Debemos entender que Dios no nos quita nuestros seres queridos como
una especie de castigo cruel. La Biblia nos dice que "ninguna condenación hay
para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1).
En todo caso debemos concluir diciendo que cualquier
creyente que ha sufrido un aborto espontáneo debe tener fe en la gloriosa
esperanza de la resurreccion algún día. Un niño no nacido no es sólo un feto o
un "trozo de tejido" para Dios, si interpretamos bien a los profetas
estos nos sugieren que aun estos; ya son hijos de Dios. Jeremías 1:5 nos dice
que Dios nos conoce mientras estamos todavía en la matriz. Lamentaciones 3:33
nos dice que Dios "no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los
hombres." Jesús prometió dejarnos un don de paz, a diferencia de
cualquier tipo que puede dar el mundo (Juan 14:27).
Romanos 11:36 nos recuerda que todo existe por el
poder de Dios y está diseñado para Su gloria. Aunque no inflige sufrimientos a
nosotros para castigo, Él permitirá cosas en nuestras vidas que podemos usar
para darle gloria a Él. Jesús dijo: "Estas cosas os he hablado para que en
mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al
mundo."(Juan 16:33)
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