viernes, 31 de octubre de 2014

Actividad para Matrimonios

El pasado sabado 25 de octubre El Ministerio de Parejas, desarrollo una actividad en la Iglesia de Cristo de Parkville, para beneficio de las parejas cristianas y aquellas personas con proyecto de casarce.  Dicha actividad fue una “Charla-Taller “ sobre los Deberes del Matrimonio, la cual conto con videos, y predicaciones de lo que dice la biblia al respecto.
Tambien para beneficio de las parejas cristianas y los presentes, se desarrollaron ciertas dinámicas para elevar el índice de confraternidad entre los hermanos y las visitas, tales como:  Rifa de Regalos, Set de Fotos  y para cerrar una rica cena para todos.
Esperamos que el Ministerio de Parejas, continue con esa labor bonita para acercar a la Iglesia y a Cristo aquellas parejas y personas que no le conocen.
Les dejo algunas fotos de la actividad.           Predicadores
                                  Hno. William Estrella                               Hno. Hector Nerys    


GANADORES DE REGALOS



Tambien recibieron felicitaciones, las parejas de matrimonios cristianos : Ivonne y Alex Nin, como también  Negrita y Luis Batista por cumplir fecha de aniversario de bodas en este mes.


Por supuesto no olvidamos a los hermanos que estaban de fecha de natalicio, estos fueron:
Hna. Kilsys Martinez (mi esposa), Hno. Daniel Bonhome y Hno. Candido Alicea.



miércoles, 22 de octubre de 2014

¿Es igual ser un padre bueno a ser un buen padre?


¿Es igual ser un padre bueno a ser un buen padre?
Padres buenos hay muchos, buenos padres hay pocos. No creo que haya cosa más difícil que ser un buen padre. En cambio no es difícil ser un padre bueno. Pienselo bien un corazón blando es suficiente para ser un padre bueno; en cambio la voluntad más fuerte y la cabeza más clara son todavía poco para ser un buen padre.

El padre bueno quiere sin pensar, el buen padre piensa para querer. El buen padre dice que sí cuando es sí, y no cuando es no; el padre bueno sólo sabe decir que sí. El padre bueno hace del niño un pequeño dios; lo idolatra, lo conciente, lo mima; es débil para aplicar una energica correpcion cuando se necesita, convirtiendo a veces su hijo en un pequeño demonio. El buen padre sin embargo no hace ídolos; vive la presencia del único Dios y corrige e instruye cuando se necesita, porque lo ama. (Prov. 13:24) dice: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige Tambien la escritura dice:
“Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo” (Proverbios 19:18)

El buen padre echa a volar la fantasía de su hijo dejándole crear un aeroplano con dos maderas viejas. El padre bueno amanteca la voluntad de su hijo ahorrándole esfuerzos y responsabilidades.

El buen padre templa el carácter del hijo llevándolo por el camino del deber y del trabajo. El rey Salomon escribió, “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6 )
El Padre bueno sin pensar en las consecuencias, se dedica ma complacer en todo a sus hijos; pero El buen padre aun que le duela y pueda sufrir es mas sabio al instruir al hijo en el temor del señor, la escritura dice en (Efesios 6:4) “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”:.
Y así, la mayoría de las veces en la vida el padre bueno llega a la vejez decepcionado y tardíamente arrepentido, mientras que aquel que se esforzó en ser un buen padre crece en años respetado, querido, y a la larga, comprendido viendo el fruto de sus manos.. La Biblia dice : “Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él, Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te dio a luz”.(Prov. 23:24).Es toda una bendicion llegar a tener buenos padres, preocupados en educarte, hacerte un hombre o mujer de bien y sobre todo instruirte en el temor de Dios, a estos hay que honrarlos para que podamos prosperar en el amor de Dios, su palabra dice: : “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:1-3)


Francis suarez

sábado, 18 de octubre de 2014

¿De que manera dice la Biblia que deben los cristianos disciplinar a sus hijos?



¿De que manera dice la Biblia que deben los cristianos disciplinar a sus hijos?
En tiempos pasados recientes, aplicar unas nalgadas a los niños era una práctica comúnmente aceptada. Sin embargo, en años recientes, el darles nalgadas (y otras formas de castigo corporal) ha sido reemplazado con una “psicología infantil” orientada mas a la educación y comunicación y otras maneras interactivas de censura o  castigos que no involucran la disciplina física. De hecho, el darle nalgadas a los niños ha sido considerado como ilegal en algunos países. Por esta razón muchos padres temen corregir de esta forma a sus hijos, por el miedo a ser reportados al gobierno y que les sean quitados sus hijos. No hay que malentenderlo - de ninguna forma estamos abogando por el maltrato infantil. Un niño jamás debe ser disciplinado físicamente hasta el punto que pueda causarle un daño físico. Sin embargo, de acuerdo con la Biblia, es bueno que el niño cuente con restricciones y una apropiada disciplina física, que contribuya a su sano desarrollo y bienestar.
Sobreto debemos mencionar que hay escrituras que promueven la disciplina física. “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá.” (Proverbios 23:13-14) Hay también otros versos que apoyan la corrección física (Proverbios 13:24, 22:5, 20:30). La Biblia habla enfáticamente de la importancia de la disciplina; es algo que todos debemos tener para ser personas productivas y es mucho más fácil aprenderlo mientras aún somos pequeños. Los niños que no son disciplinados, crecen en rebelión, no tienen respeto por la autoridad, y como obvio resultado, no estarán dispuestos a obedecer y seguir a Dios. Él utiliza la disciplina para corregirnos y guiarnos por el camino correcto; así como para llevarnos al arrepentimiento de nuestras acciones (Salmo 94:12; Proverbios 1:7, 6:23, 12:1, 13:1, 15:5; Isaías 38:16; Hebreos 12:9) Estos son sólo algunos de los versos que hablan sobre lo bueno de la disciplina.
Aquí es donde reside el problema; muchas veces los padres son, o muy pasivos o muy agresivos cuando se trata de disciplinar a sus hijos. Aquellos que no creen en el castigo físico, algunas veces carecen de la habilidad para corregir y disciplinar correctamente, causando que sus hijos crezcan como niños revoltosos y desafiantes. Esto lastimará a sus hijos a la larga. “La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre” (Proverbios 29:15). Luego, están aquellos padres que pueden malentender la definición bíblica de la disciplina (o tal vez es que sólo sean personas abusivas) y la usan para justificar el abuso y maltrato de sus niños.
La disciplina se utiliza para corregir y guiar a la gente por el camino correcto. “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11). La disciplina de Dios es amorosa, como debe ser entre el padre y el hijo. El castigo físico nunca debe ser usado para causar un dolor o daño físico permanente, sino como un golpe rápido (en el trasero, donde hay más “relleno protector”), para enseñar al niño que lo que hizo está mal y es inaceptable. Nunca debe ser usado sin control o para descargar nuestro enojo y frustraciones.
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4). Criar a un niño en la “disciplina y amonestación del Señor” incluye la disciplina correctiva, establecer límites, y sí, amorosa disciplina física.

Francis Suarez
Fuentes :
Biblia Version Reyna Valera 1960
Articulo “ Como disciplinar a los Niños”
GotQuestion.org.


domingo, 12 de octubre de 2014

"¿Qué expresa la Biblia acerca de ser buenos padres?"

"¿Qué expresa la Biblia acerca de ser buenos padres?"

Aunque nuestros hijos aprendan mucho a través de la enseñanza directa, ellos aprenden mucho más observándonos. Esto es por lo que debemos ser muy cuidadosos en todo lo que hacemos. Debemos primeramente conocer el papel que Dios nos dio. Los esposos y las esposas deben ser mutuamente respetuosos y sujetarse el uno al otro (Efesios 5:21). Al mismo tiempo, Dios ha establecido una línea de autoridad para guardar un orden.

Junto con el amor a Dios y el ser un buen ejemplo al comprometernos con Sus mandamientos, necesitamos “Repetirlos una y otra vez a nuestros hijos. Hablar de ellos cuando estés en casa y cuando vayas de camino, cuando descanses y cuando te levantes de nuevo. Atarlos a tus manos como un recordatorio y ponerlos en tu frente. Escribirlos en los postes de tu casa y en tus puertas.” (Deuteronomio 6:7-9). Al seguir figurativamente estos mandamientos que Dios dio a los hebreos, enseñamos a nuestros hijos que la adoración a Dios debe ser constante, no reservada para el domingo por la mañana o las oraciones nocturnas.

La paternidad puede ser una difícil y espantosa experiencia, pero una de las cosas más plenas y compensadoras que podamos llegar a hacer. Dios tiene mucho que decir acerca de la manera en que podemos criar exitosamente a nuestros hijos para que sean individuos piadosos. La primera cosa que debemos enseñarles es la verdad acerca de la Palabra de Dios.

1 Corintios 11:3 dice, “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.” Sabemos que Cristo no es inferior a Dios, al igual que una mujer no es inferior a su esposo. Sin embargo Dios reconoce que sin una sujeción a la autoridad, no hay orden. La responsabilidad del esposo como cabeza del hogar es amar a su esposa como ama su propio cuerpo, en la misma manera sacrificial que Cristo amó a la iglesia (Efesios 5:25-29).

En respuesta a este amoroso liderazgo, no es difícil para la esposa sujetarse a la autoridad de su esposo (Efesios 5:24, Colosenses 3:18). Su responsabilidad primaria es amar a su esposo e hijos, vivir pura y sabiamente, y cuidar de su hogar (Tito 2:4-5). Las mujeres son por naturaleza más protectoras que los hombres, porque ellos fueron diseñados para ser los cuidadores primarios de su prole.

La disciplina y la instrucción son parte integral de la paternidad. Proverbios 13:24 dice, “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Los niños que crecen en hogares indisciplinados se sienten rechazados y sin valor. Les falta dirección y auto-control, y mientras crecen, se rebelan y tienen poco o ningún respeto por cualquier clase de autoridad, incluyendo la de Dios. “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo.” (Proverbios 19:18)

Al mismo tiempo, la disciplina debe estar balanceada con el amor, o los hijos pueden crecer resentidos, desanimados y rebeldes (Colosenses 3:21). Dios reconoce que la disciplina es dolorosa cuando se ejecuta (Hebreos 12:11), pero si es seguida por una instrucción amorosa, es en gran manera benéfica para el niño. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4)


Es importante involucrar a los hijos en la familia y el ministerio de la iglesia cuando son jóvenes. Asistir con regularidad a una iglesia bíblica (Hebreos 10:25), permitirles ver y estudiar la Palabra, así como estudiarla con ellos. Platicar con ellos sobre el mundo a su alrededor cómo ellos lo ven, y enseñarles acerca de la gloria de Dios a través de la vida diaria. “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”

jueves, 9 de octubre de 2014

Proxima Actividad Charla-Taller La Familia

El Ministerio Parejas Felices, les pone en conocimiento con agrado que la proxima actividad a desarrollarce sera el proximo sabado 25 de los Corrientes, a partir de las 07:00p.m.
Dicha actividad será una Charla-Taller acerca del Matrimonio y la Familia. Habra presentación de un Video Informativo, Predicacion, Regalos a los presentes y una Picadera Buffet.

Como siempre la actividad estará dirigida a matrimonios cristianos, recien casados, parejas y personas con proyecto de casarce, para que conozcan que dice la biblia sobre estos temas y poder llevar una relación familiar exitosa en sus vidas, siendo el centro de ellas CristoJesus.  ¡!!! No Faltes???

“¿De que manera debe enfrentar la infertilidad un cristiano?”

“¿De que manera debe enfrentar la infertilidad un cristiano?”



La infertilidad en la mayoría de los casos suele ser un problema muy difícil, especialmente para parejas que tienen un enorme deseo de tener hijos. Las parejas cristianas pueden encontrarse preguntando “¿Por qué, Señor?” ante la pregunta de la infertilidad. Seguramente Dios quiere que los cristianos sean bendecidos con hijos, que los amen y los críen, y añadan más almas para Su servicio. Para parejas que están sanas y que han resultado médicamente sanas, uno de los aspectos más dolorosos de la infertilidad, es el no saber si es una situación temporal o una permanente. Si es temporal, ¿cuánto deberán esperar? Si es permanente, ¿cómo lo sabrán ellos y qué acción deberán tomar?
La Biblia ilustra el problema de la infertilidad temporal en varias historias:
Sarai (Génesis 11:30), posteriormente llamada Sara. Dios prometió a Abraham y a Sara una descendencia, pero ella no dio a luz a su hijo Isaac, hasta los 90 años de edad.
Rebeca (Génesis 25:21) Isaac, su esposo, oró fervientemente, y Jehová respondió; tiempo después nació su hijo Jacob.
Raquel (Génesis 30:1, 22-24). Ella oró y al fin Dios “abrió su matriz” y dio a luz a un hijo, José.
La esposa de Manoa (Jueces 13:2) quien dio a luz a Sansón.
Elisabet (Lucas 1:7,36) En su vejez dio a luz a Juan el Bautista, quien anunció la llegada de Cristo.
La esterilidad de Sarai, Rebeca y Raquel (las madres de la nación israelita) es significativa en que finalmente, su capacidad para concebir hijos fue una señal de la gracia y el favor de Dios hacia Su elegido. Sin embargo, las parejas infértiles no deben asumir que Dios está retrayendo Su gracia y favor, tampoco deben asumir que de alguna manera están siendo castigados. Las parejas cristianas deben apegarse a la seguridad de que sus pecados son perdonados en Cristo y que Dios nunca los castigará por sus delitos, especialmente negándoles los hijos.

Así que ¿cómo debe enfrentar la infertilidad una pareja cristiana? Es bueno buscar consejo de ginecólogos y otros especialistas en fertilidad. Tanto el hombre como la mujer deben tener un sano estilo de vida para prepararse para el embarazo. Al leer acerca de las madres de la nación de Israel, vemos que ellas oraron fervientemente por concebir, así que ciertamente no está por demás seguir orando por un hijo. Sin embargo, primeramente debemos orar por la voluntad de Dios en nuestras vidas. Si Su voluntad es que tengamos un hijo natural, lo tendremos. Si Su voluntad es que adoptemos, cuidemos a niños, o carezcamos de ellos, eso es lo que debemos aceptar y aceptarlo con agrado. Sabemos que Dios tiene un plan divino para cada uno de Sus amados, y es el autor de la vida. Él permite y retiene la concepción. Dios es soberano y posee toda la sabiduría y el conocimiento (Ver Romanos 11:33-36) “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto,….” (Santiago 1:17). El conocer y aceptar estas verdades, llegará hasta el dolor de los corazones de las parejas infértiles.y será un bálsamo de conformidad y aliento.

martes, 24 de junio de 2014

"¿Qué deberia ser diferente de un matrimonio cristiano?"

"¿Qué debe ser diferente de un matrimonio cristiano?"

La diferencia principal entre un matrimonio cristiano y un matrimonio no-cristiano es que Cristo es el centro del matrimonio. Cuando dos personas se unen en Cristo, su objetivo es crecer en semejanza a Cristo a lo largo de la vida del matrimonio. Los no cristianos pueden tener muchos goles para su matrimonio, pero la semejanza a Cristo no es uno de ellos. Esto no quiere decir que todos los cristianos, cuando se casan, comienzan inmediatamente a trabajar hacia esta meta. Muchos jóvenes cristianos aún no saben en realidad que ese es el objetivo, pero la presencia del Espíritu Santo dentro de cada uno de ellos trabaja con ellos, madurando a cada uno para que el objetivo de la semejanza a Cristo se vuelva cada vez más claro para ellos. Cuando ambas personas hacen del ser más como Cristo su meta individual, un fuerte, vibrante matrimonio cristiano comienza a tomar forma.
Un matrimonio cristiano comienza con el entendimiento de que la Biblia da una descripción clara de los roles del esposo y esposa — principalmente en Efesios 5 — y un compromiso para cumplir con esos roles. El marido debe asumir el liderazgo en el hogar (Efesios 5:23-26). Este liderazgo no debe ser dictatorial, condescendiente, o altivo con su esposa, pero debe estar de acuerdo con el ejemplo de Cristo liderando la iglesia. Cristo amó a la iglesia (Su pueblo) con compasión, misericordia, perdón, respeto y abnegación. Así mismo, los maridos deben amar a sus esposas.
Las esposas deben someterse a sus maridos "como al Señor" (Efesios 5:22), no porque ella es subordinada a él, sino porque tanto el marido como la mujer deben someterse mutuamente."Someteos unos a otros en el temor de Dios" (Efesios 5:21). Y porque se trata de una estructura de autoridad dentro del hogar, con Cristo a la cabeza (Efesios 5:23-24). El respeto es un elemento clave del deseo de someterse; las esposas deben respetar a sus maridos como los maridos han de amar a sus esposas (Efesios 5:33). El amor mutuo, el respeto y la sumisión son la piedra angular de un matrimonio cristiano. Basándose en estos tres principios, tanto el esposo como la esposa, crecerán en semejanza a Cristo, creciendo juntos, no separados, ya que cada uno madura en piedad.
Otro componente clave de un matrimonio cristiano es la abnegación, como se describe en Filipenses 2:3-4. El principio de humildad descrita en estos versículos es crucial para un matrimonio cristiano fuerte. Ambos, marido y mujer deben considerar las necesidades de su compañero antes de las suyas, que requiere un desinterés que sólo es posible por el poder del Espíritu Santo que mora en ellos.